domingo, enero 27, 2008

Cada media hora

Mil duendes traviesos juegan al rugby en mi cabeza. Una víbora campa a sus anchas por mi intestino y la niña del exorcista me hace vomitar a cada rato.

Cien luchadores de sumo me han tirado de la cama durante la noche. Intento recuperar fuerzas en este domingo soleado. Para empezar bien el lunes.

Necesito que alguien me devuelva la energía que me han chupado.

Siempre me pongo enferma los sábados.

Reflexión:
¿Por qué las dos últimas veces (en menos de un mes) que me he puesto enferma era sábado?

Todavía me duele todo el cuerpo pero parece que no tengo que correr al baño cada media hora...

¡Me voy a la calle! (A ver si me da un poco el sol y se me quita esta cara de muerta...)

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