domingo, enero 21, 2007

Probablemente

Algo se está moviendo en mi interior. Y se está moviendo muy deprisa. Provocándome mareos. Revolviéndome las entrañas. Es algo que me hace mucho daño. Y es algo que me está haciendo muy dura y muy clara a la vez. Hay algo que me esta haciendo cambiar.

Decía hace un par de días que siempre he dicho que quiero cambiar el mundo. Sigo reafirmándolo. Y voy a cambiar mi mundo.

Hoy ha sido un día cargadito de emociones. De las buenas y de las malas.

Hoy he visto ostentosidad. Algo que debería estar entre los 7 pecados capitales. Algo que odio. Que aborrezco. Y que no entiendo. Hoy me he dado cuenta de otro conflicto interior mio y es que hay muchas cosas de una persona muy cercana a mí, de J., que no soporto. No las entiendo. Y por supuesto, no las comparto. Pero para bien o para mal, J. está en mi vida.

No dudo que J. me quiera más que a su vida, pero aunque J. no lo sepa, nunca nos vamos a entender del todo. Porque seguramente no hacemos nada para entendernos. J. nunca entenderá porque yo soy infeliz, aunque tenga miles, millones de razones para ser una de las personas más felices del mundo. Y sí, claro que sé lo que es la felicidad. He sido feliz e intento ser feliz día a día. Pero muchas de las veces en las que intento hacer ver lo feliz que soy, me estoy engañando a mí y estoy engañando al mundo.

Probablemente J. no entenderá por qué hoy no he llorado cuando él ha llorado. Y por qué sí lo he hecho cuando he visto a personas desconocidas llorar.

Probablemente J. no entenderá por qué he rechazado con tanto ahínco su dinero. No lo quiero para mí.

Probablemente J. nunca entenderá por qué quiero dejar estas civilizaciones ricas de ostentosidad y largarme a algún país del Sur (eufemismo). A un país rico de sentimientos originarios.

Probablemente J., ni muchas personas, nunca entenderán porqué quiero huir de esta civilización cuadriculada a otra que sea totalmente distinta.

Probablemente, la gente me señalará con el dedo cuando deje mi carrera, mi empleo y todo lo que tengo aquí para irme a algún lado donde pueda sentirme una persona plena. Llena.


Porque me siento vacía. Porque no le encuentro el sentido a esta vida que viene marcada por la sociedad. De estudia, trabaja, haz dinero, comprate una casa como las que salen en las revista de decoración. Comprate un coche que cuesta lo mismo que una casa. Vistete como lo hacen las modelos en las revistas de moda. Mira esos programas que no te hacen pensar. Ten tu trabajo al que tienes que ir un día sí y otro también. Por cojones, porque si no te echan y ya no podrás tener ni casa, ni coche, ni nada...

Quiero sentirme libre de verdad. No quiero esposas en jaulas de oro. No me gusta sentirme limitada. Que me limiten.

Odio tener que forzar sonrisas. Pero si no lo haces la gente sabe que estás mal. Y odio más tener que explicar a la gente que no quiero qué me pasa. Que estoy harta de tanta mierda que hay en la sociedad. Que no me voy a conformar con la vida que otros diseñaron para mí. Para todos nosotros. Para tí que me lees también.

Estoy harta de esperar a Godot. Porque Godot nunca va venir. Así qu voy a salir a buscarle...

Suena: Hurt. Johnny Cash.

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jueves, enero 18, 2007

Se reian...

Yo digo que quiero cambiar el mundo (mi mundo)

Y la gente se rie de mí.

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lunes, enero 15, 2007

Esposas doradas

Llevo tiempo buscando algo que me llene...

Creo que he tomado un camino equivocado en mi vida, lo puedo redireccionar, pero de momento va a ser algo complicado. Y mi problema es que siempre he sido, soy, impaciente.

Esta sociedad me carcome. Necesito escapar a un lugar donde la gente conserve su yo original. Donde la gente no esté corrompida.

Porque yo no le encuentro el sentido a nada de lo que nos mueve.

Desde pequeña quise participar en la Ruta Quetzal. Nunca lo pude hacer. Luego, cuando supe que mi oportunidad había acabado quise irme a África. A alguna remota aldea donde no haya turistas. Donde sea imposible llegar en coche, donde la gente siga viviendo como lo hacían sus antepasados. Teniendo en cuenta y respetando la naturaleza. Donde no se celebrara el fin de año porque no existieran calendarios de días establecidos.

Supongo que tengo que empezar cambiándome a mí misma, pero no tengo fuerza para hacerlo aquí, rodeada de esta sociedad. Las fuerzas se me agotan. Soy una de esas jóvenes apalancadas a los 20 años, como dice la canción de Berri Txarrak, porque no encuentro nada que me llene, que me haga feliz de verdad.

Y yo, que me paso el día intentado enseñar el lado bueno de la vida a los que muestran abiertamente su descontento, no logro realmente convencerme a mí misma que hay cosas por las que luchar y que todo esto tiene sentido.

Me siento esposada a una jaula de oro.

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martes, enero 09, 2007

Caminos

Parece mentira que todavía siga sorprendiendome por los caminos de la vida, por los caminos de la mente.

Supongo que van unidos.

Sigue sorprendiendome los caminos que elige cada uno. Pero los caminos de la mente, los pensamientos, surgen solos. Aparecen.
Y a veces, me sorprende también, que algunas personas no puedan entenderlos. Los caminos de la mente. Aunque sea los de las personas que están cerca...

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lunes, enero 01, 2007

Un gramo de amor

He pasado una tarde depuradora con mi amiga I.

Un rato de playa de invierno, con un cielo increible y el sonido de las olas. Una luna casi llena, pero menguando.
Una vuelta por el paseo Nuevo, una ola que casi nos moja, más mar y viento renovador.
Descubriendo rincones nuevos en lo Viejo.
Y conversaciones en la Trini, recordando otros tiempos... distintos.

Y entonces, entre quinceañeros que mostraban sus nuevos moviles con tonos reales, me ha dicho que ella, ayer, cuando le dijeron de qué queria un gramo, contestó:

Yo quiero un gramo de amor.
Está muy caro, fue la única respuesta que recibió.

Carísimo está. Porque, en general, tenemos miedo a mostrarnos como somos. A decir qué nos pasa, cómo nos sentimos, qué tenemos, qué queremos, qué tememos, qué soñamos, qué pensamos... y cuando uno no expresa, no puede dar amor.


Menos mal que pronto llegan las rebajas.

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