jueves, febrero 21, 2008

Frases de hoy

No dejes que los estúpidos te hundan.

Los políticos nos tratan como mercancía.

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lunes, febrero 18, 2008

Pelea

Hoy ha pasado algo surrealista en el metro. 8.40 de la mañana. Llega una chica corriendo y entra. El de seguridad por detrás. La chica, necia, le dice que no le va a enseñar el billete, que ya ha picado y que no entiende por qué si hay unos tornos luego tienen que estar los revisores revisando si has picado o no.

El de seguridad, necio, mientras sostenía la puerta con ambas manos, le dice que si no le enseña el billete que el metro no sale.

Y una que no. Y el otro que no. Que no, que no y que no.

De repente, una espontánea agarra a la chica y le dice: Me suda la polla, sal del vagón. Se enzarzan y empiezan a pegarse a mamporrazo limpio, tirándose de los pelos, pegandose tortazos. He intentado separarlas en el zarandeo inicial, pero ha sido imposible. Han salido las dos del vagón repartiéndose ostias la una a la otra.

A parte de lo violento que ha sido, se han quedado las dos en tierra, que era precisamente lo que ninguna de las dos quería. Ahí las hemos dejado. El metro ha seguido hacia la siguiente estación.

Menos mal que en mis casos sonaba Facto delafé.

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domingo, febrero 17, 2008

With a little help from my friends

Por cortesía de A., que será la que más me va a aguantar en los próximos meses.



Si puediese beber, montaría un karaoke en mi casa. Son las reflexiones de mi primer domingo sin resaca...

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El padre de mis hijos



Será el padre de mis hijos: Jim Sturgess

(Pero él no lo sabe todavía...)



Sólo hay que verle la carita... Estoy fatal (otra vez!)

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jueves, febrero 14, 2008

Como esa pared



Me gustaría poder transformarme como esa pared...

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miércoles, febrero 13, 2008

Me pasa qué me pasa

Me pasa que según cómo duerma así es mi humor todo el día.
según con quién duerma, no duermo.
se avecinan cambios en mi vida.
me han puesto unas cositas en la oreja.
no voy a poder comer la mitad de las cosas que comía.
me van a tener que pasar cosas por sitios que no voy a explicar aquí.
cuando te veo ya no me gustas.
cuando te veo sí me gustas, y antes no.
he vuelto a sentir cosas que hacía tiempo que no sentía.
hace mucho que no recuerdo mis sueños.
dicen que mi vida va a cambiar.
quiero que pase.
tengo miedo a no ser lo suficientemente fuerte.
dicen que no volveré a ser la misma. Que no querré volver a ser la misma.
me voy a tener qe esforzar mucho.
voy a necesitar mucho apoyo.
me van a tener que aguantar muchas cosas.
tengo miedo a pasarme. Y que no me entiendan.
me va a costar mucho volver a empezar.
me va a costar mucho terminar.
pensaba que no me pasaba nada.
quiero creer que voy por el buen camino.
no puedo parar esto.
tengo que ser más rápida.
tengo que ser más paciente.
no sé como ordenar mis ideas.
Me pasa qué me pasa.

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miércoles, febrero 06, 2008

El poder de tu voz



¿QUIERE EL GOBIERNO DE ESPAÑA QUE NO VEAS ESTE ANUNCIO?

EL MEDIO DE COMUNICACIÓN QUE LO EMITA PODRÍA SER MULTADO.

Ver más información

Si esto sucede en España, puedes imaginarte las trabas que ponen al trabajo de Amnistía Internacional y de otros defensores de derechos humanos gobiernos como el de China, EE.UU., Irán... Pero no van a poder taparnos la boca, porque somos independientes. Porque somos necesarios. Porque cada vez somos más.

Ayúdanos a seguir denunciando las injusticias, vengan de donde vengan.

Une tu voz a la nuestra.

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Strawberry Fields Forever...

Suena en mi cabeza desde ayer... y me he enamorado de ese hombre... (versión de la peli Across the Universe)



Quiero mantener y aumentar mi círculo de amistades y poder seguir andando descalzo por la hierba
Daniel Domenjó a 20 minutos. ¡Capturada!

lunes, febrero 04, 2008

Infértiles amagos

Solía escribir en cualquier esquina de cualquier cuaderno. Cualquier servilleta de bar me bastaba. Le pedía un boli al camarero y escribía... o dibujaba. Cualquier examen, cualquier apunte, cualquiera de mis agendas, cualquiera de los papeles que llegaran a mí me servían para garabatear cualquier cosa que pasaba por mi cabeza. Siempre en euskera, porque todo era más dulce, más poético, todo sonaba mejor.

Siempre había alguna frase rescatable. Alguna joyita entre las cientos de líneas que escribía. Algunos textos, incluso, eran buenos. Como aquel ejercicio de clase de literatura, aquella carta a Walt Whitman en aquel papel amarillo, en aquellos difíciles 18.

Escribir me servía para descargar, para depurarme. (Todavía hoy me sirve, pero de otra manera.) Como aquella carta que escribí a mi abuela que le hizo llorar. (Cada cumpleaños me pide otra.) Escribir me relajaba. Era mi terapia. Escribía y lo leía luego en voz alta. Como intentando descubrirme entre esas palabras de dolor. Siempre eran de dolor. Dolor por todo.

Y al acabar de escribir sentía esta sensación que siento ahora mismo. Una tranquilidad inalterable. Una sensación que hacía mucho no me invadía. Como cuando escuché por primera vez Set The Fire To The Third Bar de Snow Patrol.



Hace años que no he vuelto a escribir así. Todo cambió cuando entendí que la vida tenía muchas cosas buenas. Muchos momentos buenos. Cambió cuando, un buen día, no me preguntes cómo, salió el sol.

Dejé de creer que estaba rodeada de gente que quería hacerme daño. Aprendí a ser más fuerte. Aprendí a sonreir. Aprendí a hacer sonreir a los demás. Aprendí a abrazar y a dar amor. Me convertí en otra persona. Y con esa reinvención de mí misma, mi capacidad para escribir mis sentimientos despareció. Desde entonces todos los intentos han sido infértiles amagos.

J. me dijo un día que para componer no hacían falta las drogas (mi capacidad para escribir era anterior a que fumara porros, pero desapareció en la época en la que los dejé). V. me dijo un día que ella le gustaría que de mayor escribiera libros sobre el mundo de fantasía en el que siempre he vivido. A. un día me dijo que escribiera sobre cocina. F. un día me dijo que escribiera sobre él. S. un día me dijo que tenía una capacidad de producción asombrosa. G. un día me dijo que le hice llorar con lo que un día escribí. Muchos me dijeron que no podían acabar de leerse los interminables emails que mandaba desde México. Yo sólo sé que escribo para mi.

Y sólo quiero recuperar el papel amarillo donde escribí la carta a Walt Whitman. La busqué en casa de mis padres, pero ha desaparecido junto con todos mis apuntes de literatura, junto con La Amortajada (descárgatelo) de María Luisa Bombal, junto con tantos libros que me traje de México que difílmente podré lograr aquí. Mira que les tengo dicho a mis hermanas que no anden en mis cosas.

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domingo, febrero 03, 2008

Casualidades

Siempre he creído que la vida está llena de casualidades y que hay que saber verlas. Mi vida ha estado llena de ellas y muchas de las personas que se han cruzado en mi camino han llegado en un momento en el que tenían algo que decirme. De esto habla el libro Las nueve revelaciones de James Redfield (lo único que vale del libro es lo que cuenta. La historia se sostiene por un par de hilos, pero es recomendable). Desde entonces, he intentado saber por qué ciertas personas aparecen en mi vida en determinados momentos.

Es lo que me ha pasado con S. Lo conocí cuando yo estaba trabajando en el periódico. Él fue mi fuente en una ocasión. El último día le mandé un email de despedida (como a otros cuantos) y fue uno de los pocos que me contestó con lo típico de espero que te vaya bien y tal. Total, que intercambiamos algunos emails y a las dos semanas estaba trabajando en la misma empresa en la que él trabaja.

Pero esa no era la razón de que S. apareciera en mi vida. S. me ha transmitido hoy su mensaje. Ha hecho conjeturas y me ha dicho que mi enfermedad a lo mejor no es lo que parece y que puede ser otra cosa totalmente distinta (todavía no me ha dicho cómo sabe él eso). El caso es que los síntomas los cumplo, por lo menos muchos de ellos. Y me ha dado que pensar. Todo. Me da que pensar que lo que no han hecho mucho médicos lo haga alguien que no se dedica a eso. También que justo haya sido él.

A. me ha hablado de eso esta tarde. A lo mejor la vida os ha unido para que él te dijera eso, me ha dicho. ¿Te imaginas que yo tuviese el otro curro para poder llegar ahora a este y conocer a S. para que él me dijera esto?

Todavía tengo que ver si realmente eso es lo que me pasa. Pero da que pensar todo. ¿Alguien que se haya sentido así alguna vez? (Yo puedo contar unas cuantas...)

Me he disfrazado de pasayo. Unos amigos han venido a casa. Y a la hora de salir he decidido quedarme en casa y borrar la pintura de mi cara. No me sentía fuerte para salir disfrada de payaso sin actitud de payaso. Simplemente me apetece dormir. Es lo que haré todo el día de mañana.

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sábado, febrero 02, 2008

El día que estuve a 100 metros de Maradona

Conciertazo de Emir Kusturica & the no smoking orchestra. Qué capacidad de hacer bailar y cantar a la gente. Qué capacidad de motivar. Son únicos. Ya se lo dije a A. desde el principio: va a ser el concierto de nuestra vida. Y lo fue.

Esos tíos lo dieron todo. Saltaron, bailaron, sudaron, enseñaron el culo, tocaron el violín y la guitarra de mil maneras posibles... y sí, subieron a Diego Armando Maradona (Grande Diegooo) al escenario. Y me hicieron llorar (joe, debéis pensar que me paso el día llorando jaja).

No puedo explicar con palabras lo que vivimos ayer. Simplemente no puedo.
Intentaré colgar un vídeo. Soy feliz.

Actualización:
Ahí va un vídeo que he encontrado...

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viernes, febrero 01, 2008

Lady alfiletero



Para Lady Alfiletero,
ay, la vida es un coñazo.
Siempre que quiere poner
sobre su trono el trasero
un puntiagudo alfiler
se ensarta más en su bazo.

(Hoy me siento un poco así, pero no precisamente por las alfileres. Sigo mal de mi tripita... mi médico de cabecera es un incompetente, me lo ha demostrado en varias ocasiones ya. En vez de arreglarme me jode más)

Suena: The Killer in me (Smashing Pumpkins)

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